Seguro que alguna vez en la vida os habrá pasado la vecina, o una amiga os haya recomendado la receta “infalible” del bizcocho o de las magdalenas y con mucha sorpresa y sin saber por qué os haya salido mal….Hoy comentaremos algunas de las posibles causas y la manera de corregir el problema. No tocaremos el tema del equilibrio porcentual de los ingredientes, ni cuáles son los idóneos para conseguir unas buenas magdalenas, si no que partiremos de la base de que ya hacemos unas buenas magdalenas en nuestra cocina y solo queremos saber por qué, a veces, nos salen mal.
En líneas generales partiremos de tres de las causas más
comunes que provocan defectos en el producto: el impulsor, el azúcar, la
cantidad de harina o similares (polvo de harina, de patata, etc.).
El Azúcar
Si tiene un exceso de azúcar se producirá un efecto volcán,
es decir, las cápsulas quedarán vacías de pasta porque saldrá toda afuera. Si falta
azúcar saldrán agrietad, de color pálido y a la molla interior habrá vacíos grandes.
El Impulsor (o levadura)
Si falta o lo tenemos
pasado, las magdalenas subirán menos y tendrán grietas marcadas en la parte
superior. También quedará un vacío en la base y el centro de la magdalena
quedará crudo.
Si tiene un exceso de impulsor habrá un desbordamiento de la
pasta, que saldrá en parte de la cápsula y caerá a la bandeja.
Exceso de materiales harinosos
El exceso de materias harinosas nos dará unas magdalenas con
poco volumen, secas, compactas y con menos color.
Estos son algunos de los defectos más comunes que nos podemos encontrar. Espero haber sido de ayuda para solucionar algunos de los “misterios” que nos pasan en la cocina….
¡Así que seguimos añadiendo un poquito de dulces a la
vida!!!
¡Un besito!
¡Un besito!
Giodi
No hay comentarios:
Publicar un comentario